Para asignar valores numéricos a la temperatura se utilizan dos escalas de tipo práctico llamadas Celsius (centígrada) y Fahrenheit. Además de estas, se usa una escala en todo el mundo llamada Kelvin, termodinámica o absoluta.
En España y otros muchos países se usa la escala Celsius. En ella se asignan el valor 0 al punto normal de congelación del agua y el valor 100 al punto normal de ebullición del agua. Se llama centígrada porque contiene 100 grados entre estos dos puntos fijos. Se mide en grados Celsius, ºC.
En Estados Unidos, Gran Bretaña y otros países se usa la escala Fahrenheit, que asigna los valores 32 y 212 a los puntos de congelación y ebullición normales del agua, respectivamente. El intervalo se divide en 180 partes iguales en la que cada una es un grado Fahrenheit, ºF.
La escala Kelvin, cuya unidad no se llama grado sino kelvin, k, es la elegida para la magnitud física temperatura (T) en el Sistema Internacional de Unidades.
- Cero absoluto
La termodinámica predice la existencia de una temperatura mínima para todo cuerpo. Esta temperatura teórica correspondería al estado de la materia en el cual el movimiento atómico-molecular se ha reducido al mínimo posible.
Dicha temperatura, que es inalcanzable, recibe el valor de cero en la escala absoluta, Kelvin o termodinámica (0K). Este estado se denomina cero absoluto de temperatura. Una consecuencia muy importante es que en la escala kelvin no puede haber temperaturas negativas.
La expresión que relaciona la temperatura expresada en Kelvin, T, con la expresada en la escala centígrada, tC, es:
0K (kelvin) <-----------> -273,15º C (Celsius) <-----------> -459,67º F (Fahrenheit)
T=tC+273,15
Por esta expresión, el cero absoluto se corresponde con:
Aunque exista una temperatura mínima, no existe una máxima. Las leyes termodinámicas no imponen ningún limite superior a la temperatura. Así, se calcula que el centro del Sol o de otras estrellas puede tener una temperatura de 10 millones de kelvin, o más.
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